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EL PEELING QUIMICO
Consiste en la eliminación de distintas capas de la epidermis mediante la aplicación de un agente químico irritante o cáustico. Esto produce una renovación de las capas de la piel siendo sustituidas por otras nuevas de mejor calidad, con menos manchas, arrugas y mejor textura.
Los peeling pueden ser físicos o químicos, y según el agente utilizado se obtienen distintos beneficios. Entre ellos el aumento del colágeno que mejora las arrugas, despigmentación de manchas o el control sobre la grasa y bacterias en las pieles acneicas.
Se usan para mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol, para la rosácea, disminuir arrugas, mejorar las cicatrices del acné y decolorar o eliminar manchas.
Dependiendo del poder de penetración de la sustancia química se eliminarán más capas de piel. A mayor profundidad, mayores efectos pero también más riesgos.
Aunque el peeling está indicado en casos de envejecimiento fisiológico o solar y para el tratamiento de manchas y acné, también puede emplearse como un medio para “mantener una piel sana, tersa, libre de impurezas y luminosa”. De cualquier modo, un peeling leve es también una primera opción para mantener la hidratación de la piel, incluso como método de mantenimiento en una piel sana. Los químicos más empleados para los tratamientos de peeling son: Ácido glicólico, ácido tricloroacético, ácido salicílico, ácido kójico, resorcinol y fenol.
¿Cada cuánto tiempo debe de hacerse un peeling?
En los peelings para aportar luminosidad al rostro se realizan entre cuatro y ocho sesiones semanales o quincenales. Una vez obtenidos los resultados deseados se hace una sesión de mantenimiento cada cuatro o seis semanas. Cuando la intervención en la piel es profunda, las sesiones se espacian más en el tiempo y el tratamiento completo se repite una vez al año. Si el peeling es muy profundo no suele repetirse en años. Durante el procedimiento se puede notar una leve sensación de picor más intensa cuanto más profundo sea el peeling. De forma excepcional puede aparecer lagrimeo, enrojecimiento, inflamación y costras.
En los peelings superficiales el paciente presenta una reacción similar a una quemadura solar que desaparece en 3-4 días. En el caso del peeling medio la reacción dura entre 7 y 10 días. Tras el tratamiento el paciente presentará un enrojecimiento y descamación de la piel, más intensos y duraderos cuanto más profundo sea el peeling.
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